Bienvenidos a mi humilde ágora de opiniones.

Vivir la ciudad en que ames y sufras, sueñes y padezcas las mil y una
decepciones "de la carne herencia", parafraseando a Shakespeare, es una muestra de gratitud hacia el lugar que representa siempre algo más que un simple paisaje: es reencontrar el alma en las pequeñas anécdotas que nos rodean.