Bienvenidos a mi humilde ágora de opiniones.

Vivir la ciudad en que ames y sufras, sueñes y padezcas las mil y una
decepciones "de la carne herencia", parafraseando a Shakespeare, es una muestra de gratitud hacia el lugar que representa siempre algo más que un simple paisaje: es reencontrar el alma en las pequeñas anécdotas que nos rodean.



viernes, 4 de junio de 2010

EL PUENTE DEL GENERAL SERRADOR

El Puente del General Serrador es una construcción remozada que permite el cruce del barranco
que atraviesa Santa Cruz entre la zona del Mercado de Nuestra Señora de África (La Recova) y el TEA, hasta la calle de la Concordia y los alrededores del Teatro Guimerá y el hermoso paseo, lleno de vitalidad (tanto diurna como noctámbula), de la Noria, que desemboca junto a la Parroquia de La Concepción.
Leones (a modo de guardia de cortes), farolas decimonónicas, y una vista sosegada del barranco y del campanario de La Concecpión que, incluso cuando el puente está más concurrido en las horas centrales del día, invitan al sosiego.
Este puente sirve de lazo entre el Mercado Tradicional y la zona comercial del centro de la ciudad, como "camino nobiliario" entre la necesidad de alimentar el cuerpo y de deambular por el corazón turístico y crematístico de la urbe.
Porque así es esta gran capital, un lugar lleno de contrastes pero en la que siempre hay un rincón hermoso en el que detenerse para descansar el ánimo y solazar la mirada.